martes, 28 de marzo de 2017

LAS CONSECUENCIAS SOCIALES DE LAS NUEVAS TECNOLOGIAS

El Dr Raimundo Guerra nos habla en el artículo referido abajo de que actualmente las personas en la sociedad actual que usan las nuevas tecnologías (Internet, chats, redes sociales y aplicaciones para Ligar) "creen estar conectadas cuando en realidad están más desconectadas que nunca".
 
Las nuevas tecnologías nos crean un espejismo relacional y nos hacen sentir acompañados, sin estarlo realmente. Esto a largo plazo origina graves problemas relacionales pues la persona puede llegar a sustituir o descompensar la realidad virtual por la realidad social y terminar  "Virtualizando la Realidad".
 
El motivo básicamente es que es mucho más compleja una realidad social y una intimidad real entre personas (que mueven afectos, pensamientos, actos relacionales como conversar, tocarse, sentirse a través de la proximidad) que una realidad virtual donde uno puede esconderse, disfrazarse, huir o evitar y siempre está menos expuesto y más protegido de emociones dolorosas o intensas con las que a menudo no sabe manejarse.
 
Para poder sentir empatía, tener capacidad de introspección, disfrutar de la compañía y emocionarse con el otro, ha de ser un otro real, pues todo lo demás, las "personas virtuales o los perfiles virtuales" generan a largo plazo, relaciones planas, vacías, deshumanizadas, con escasez de emocionalidad y decepciones continuas. 
 
Es por este motivo que la gente en las aplicaciones para ligar se emociona y fantasea en un principio, se pone nerviosa y defensiva en un segundo, y se decepciona finalmente de algo que sólo estaba en su fantasía y que no es posible conquistar en la realidad pq desde el principio, en nuestra opinión, ha faltado el atreverse y querer sentir emociones reales vividas con alguien real y escogido libremente.
 
Con lo de ligar, hace falta el arrojo y la valentía de querer sentir y para ello uno ha de darse el permiso para explorar e ir a por lo que desea, aceptándose a si mismo y sabiendo sostener la atracción, el rechazo y la frustración real, de la que siempre se aprende más que de la "virtual".
 
Un extremo patológico de la virtualización de la realidad son los Hikikomoris, es un término japonés para referirse a las personas que han decidido alejarse de la vida social por timidez, fobia social o ansiedad. Salir de esta reclusión es complejo y es un ejemplo catastrófico de lo que ocurre cuando no se afronta la vida relacional plena.
 
 
 
Bibliografía:

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