En función del estilo de apego que cada persona ha mantenido en su infancia con sus cuidadores, en la época adulta suelen reproducirse estos estilos en las formas de seducción y relación de pareja:
-Las personas que han tenido un estilo de apego ansioso o ambivalente con sus cuidadores, suelen relacionarse de adultos como personas inseguras con sus parejas y muy demandantes y miedosas, pasan del miedo a la preocupación y la angustia con mucha facilidad, se preocupan mucho por mantener la vinculación con sus parejas y tienen dificultades para poner fin a relaciones malas o abusivas. A menudo son personas que lo dan todo (sexualidad incluida) desde el principio con la finalidad de no ser abandonadas o como forma de atraer el interés y la atención del otro, ya que no sienten que son lo suficientemente merecedoras de afecto para ser queridas.
-Las personas con un estilo de apego evitativo o rechazante, suelen pasar de las relaciones, son personas a las que parecen no afectarles los demás, van de autosuficientes, autónomas, seguras y libres. Este tipo de seducción es el del "si te he visto no me acuerdo" o el de "ojos que no ven corazón que no siente", es decir, suelen tener dificultades para comprometerse con los demás y mantener relaciones de confianza, intimidad y complicidad, lo que hace que o bien mantengan seducciones muy promiscuas o bien se alejen de los demás por completo.
-Las personas con un estilo de seguro, tienen relaciones de seducción libres, positivas, enriquecedoras. Estas personas se relacionan desde la empatía, la sinceridad, el interés por conocer a las demás personas y ver como son y la reciprocidad. Una persona con un estilo de apego seguro, sabe lo que siente, lo que quiere y lo que piensa y suele ser coherente así que le es más fácil relacionarse y seducir a gente accesible, cercana y cariñosa y sus relaciones son satisfactorias y enriquecedoras, saben cooperar y tener complicidad y confianza con los demás y mantener compromisos en el tiempo.